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El 25 de noviembre es un día que nos empuja a reflexionar y a mejorar. Para la Fundación Fútbol Más, además es un momento en el que se refleja el trabajo de un año entero, porque la eliminación de la violencia contra la mujer no se logra de un día para otro: es un proceso. Y como parte de ese de afán de construir una sociedad sin violencia, desde Fútbol Más nos comprometimos a trabajar en el empoderamiento y sensibilización de las mujeres a través del fútbol y el juego.
Aquí en Ecuador, vemos que las mujeres quienes dedican su tiempo, energía y vitalidad al servicio del cuidado de otros/as, por lo general sus hijos/as y esposos. Pero también son madrazas en los barrios. Apañen a los y las niñas y niños como si fueran sus hijos/as y desde allí acompañan todos sus procesos. Una realidad que también vemos en los otros países donde se encuentra la fundación. Están en todos los detalles, en todos los momentos, cuidan de todo y de todos. Pero, ¿quién cuida de ellas?
En la otra cara de la moneda, así como son las referentes en las tareas de cuidado, las mujeres son las más vulnerables y expuestas a los mayores índices de violencia. Desde el acoso callejero, hasta los estereotipos de género que restringen el movimiento de las mujeres limitándolas al espacio privado, hasta la violación, y el femicidio.
Es por todo ello que, desde principios del presente año, Fútbol Más Ecuador impulsa la ‘Escuela de Mujeres’, la cual tiene dos ejes claves. El primero consiste en velar por su cuidado y entender que la práctica sistemática de deporte es un pilar fundamental para el desarrollo de una salud mental y física saludables. Nos preocupamos porque aprendan de fútbol, se diviertan, adquieran herramientas técnicas y, por sobre todas las cosas, que tengan un espacio libre, solo para ellas.
El segundo eje consiste en trabajar para y con ellas la sensibilización en torno a la violencia. Abordamos diferentes temáticas, las compartimos, nos abrimos y damos lugar a las historias. A veces más dolorosas, a veces menos, estamos ahí para escucharlas a todas y, principalmente, pensar salidas en conjunto. Hemos brindado una capacitación de defensa personal para que se sientan más seguras en las calles, así como también hemos trabajado en la autoestima y otros ejes competentes a la erradicación de la violencia de género.
Como organización, creemos que hay otra realidad posible y hacia allá caminamos. En cada risa, cada gesto y cada celebración de gol, reafirmamos nuestras ganas de seguir construyendo un mundo mejor para los niños, niñas, adolescentes y para las mujeres.