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La importancia del juego para fortalecer la convivencia familiar
La creatividad puede ser la clave para fomentar la práctica del juego en distintos espacios, permitiendo que, tanto niños y niñas como adultos/as, puedan divertirse y, al mismo tiempo, mantener una sana relación en el entorno familiar durante la cuarentena.
Terminó el 2020 y con eso el año escolar de millones de niños y niñas en todo Chile, dando inicio a las vacaciones de verano. Ir a la piscina o recorrer diferentes lugares son panoramas recurrentes durante esta temporada. Sin embargo, la pandemia y el retroceso de diferentes comunas han alterado esta organización familiar. Es así como la ejecución de distintos juegos en espacios reducidos pueden ser la alternativa más factible para la entretención, al mismo tiempo que se promuevan lazos de confianza.
En esta línea, el Ministerio de Educación lanzó su programa “Aprendo jugando en verano”, iniciativa que busca entregar dinámicas lúdicas a alumnos y alumnas de 1° a 5° básico vinculadas a las asignaturas de Lenguaje y Matemáticas. Además, podrán acceder al contenido visitando la página web www.gob.cl/aprendojugando/.
El juego, una herramienta habitualmente vinculada a la diversión o el ocio, también puede entregar muchos beneficios no sólo a nivel individual, sino también colectivamente. Antonia González, psicóloga clínica y especialista en psicoterapia cognitiva señala que los principales beneficios de jugar en familia son el fortalecimiento de los vínculos, el aumento de sensación de valía de los integrantes del grupo, el mejoramiento de la comunicación y los aprendizajes colectivos.
Macarena Macaya, psicóloga educacional y Directora de Proyectos del Observatorio del Juego, comenta que “las experiencias del juego permiten que nos expresemos desde nuestra emocionalidad. Esto contribuye a que nos conozcamos más, no sólo a nosotros mismos, sino también a los otros con quienes jugamos. También aporta a que pongamos nuestras habilidades en juego y que exploremos nuestros intereses desde diversas oportunidades de desarrollo”.
Juegos en espacios reducidos y para toda la familia
Durante el 2020, la Fundación Fútbol Más, organización chilena sin fines de lucro que promueve la resiliencia en niños y niñas, publicó el programa virtual Mi Casa, mi Cancha, que entrega herramientas para el cuidado físico y emocional de las personas durante los períodos de confinamiento.
A través de distintas metáforas del fútbol y el hogar, se crearon 29 capítulos con actividades para realizar en espacios reducidos y con aprendizajes socioemocionales y deportivos. Simular tiros de penal para reconocer situaciones estresantes, identificar las propias fortalezas y aplicarlas en el hogar para convertirse en capitanes y capitanas, son algunos ejemplos.
Tras el buen recibimiento del contenido, los capítulos se transmiten desde junio en TV Educa Chile, señal infantil que nació en contexto de pandemia y donde se puede acceder vía internet y televisión digital; de lunes a viernes a las 09:30 am y 15:30 pm, alcanzando a una audiencia promedio de 85.000 personas. Además, los vídeos están disponibles en el canal de YouTube @futbolmasorg, donde las visualizaciones rodean las 263 mil.
Cómo crear un ambiente de juego
Muchas veces puede ser complejo propiciar un ambiente para el juego, ya sea por falta de espacios o poca comunicación. Por ello, es que la planificación de actividades y establecer un tiempo exclusivo para jugar puede ayudar a generar estos momentos de entretención que fortalecerán la convivencia familiar.
“Lo más importante es la motivación, hay que tener disposición de aportar a este círculo familiar. Creo que hay que sentarse a jugar, no hay mejor prueba que la práctica misma, quizás partir con juegos que sean muy simples y dinámicos que no requieran tanto material, y de a poco ir introduciendo juegos más complejos”, señala la psicóloga Antonia González.
En la misma línea, Macarena Macaya reafirma que “el juego puede contribuir a rescatar el disfrute en la vida cotidiana a partir de diversos desafíos novedosos y otras formas de interactuar que pueden surgir desde estos retos competitivos o colaborativos. El juego también nos involucra como pares jugadores, por lo que puede tender puentes entre los mundos infantil, juvenil y adulto, siendo un aporte a la vinculación”.
Hoy, cuando se enfrenta una crisis sanitaria que obliga a estar en confinamiento, sumado al período de vacaciones en que las niñas y niños tendrán más tiempo libre, puede ser el momento ideal para aplicar estas técnicas y pensar el juego en familia, tanto para la entretención, como una estrategia para mejorar la convivencia y agregarlo a la rutina diaria.